lunes, 13 de octubre de 2008

Mi Tia


Mi tía Ofelia era una mujer muy desagradable.
Tenía una paloma, que cuando se le escapaba, la llenaba de insultos. La pobre paloma, amedrantada, volvía con las alas caídas. Mi paloma es libre, no necesito de insultos, puede irse en cualquier momento.
No me gusta la tiranía ni que tuviera que venir alicaída, me daría vergüenza.
Es fácil predicar con las palabras, que la gente o las palomas son libres para ir y venir, que nosotros no coartamos la libertad de nadie; pero en la práctica solo son unas palabras más añadidas a la gran farsa que representan.
Me gustan las palomas, con las alas extendidas, no amedrantadas. Me gusta el vuelo libre y el respeto.
No me gusta el insulto, ni el masoquismo.

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