sábado, 14 de febrero de 2009

Sad


El silencio entona, el himno de nuestras noches con rimas.
Tu aroma gira en la nostalgia de un fuego.
Y mis sueños se volvieron polvo y mi sombra ya no existe.
La tierra donde crece el firmamento temprano,
las venas en el jardín de las lunas, y el manto blanco del alba
… me hablan de ti en la orilla de esta noche serrada
mas cerrada sin ti.

Es tan grande y definitiva tu ausencia
que todo difunde tu incontable presencia.
¡La luz ha herido el roció, en el triste trance de una despedida!
Estos amaneceres de hierro no se funden ante la antigua llama
que se niega ha hundirse en el circulo del alto tiempo.
Anocheceres de mármol cultivan los cielos entorno a mí.

¡Esos jardines que voy perdiendo! No florecerán en el vientre del tiempo.
Aunque no se acuerde la luna, me faltarás en la sombra de tu cabello.
Es tan fuerte el amor que uno de sus rostros seca mares e inunda desiertos.
Cierto es: que a donde vaya, el seguirá ardiendo enfriándose mas nunca extinguiéndose.

El silencio entona, el himno de nuestras noches con rima,
tu aroma jira en la nostalgia de un fuego, tu cuerpo se parece a la tristeza de la noche pasada.
Las salidas de la tarde y de la mañana, vierten su melodía
en la cercanía de la inexorable despedida.
También ambos crepúsculos entonan, tu nombre con sus cansados bronces

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