miércoles, 25 de febrero de 2009

¿El AmoR eS uNa rEaccióN QuíMIcA?


Los científicos conocen la feniletilamina (uno de los neurotransmisores más simples) hace cerca de cien años, pero sólo recientemente comenzaron a asociarla con el sentimiento de amor. Es una molécula natural, semejante a la anfetamina, y se supone que su producción en el cerebro pueda desencadenarse por eventos tan simples como un intercambio de miradas o un apretón de manos.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz, del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York. Ellos sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que esa sustancia podría ser la responsable, en gran medida, por las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados. La Dra. Helen Fisher demostró que la inconstancia, la exaltación, la euforia y la falta de sueño y apetito, están asociadas a altos niveles de dopamina y norepinefrina, estimulantes naturales del cerebro.

Algunos investigadores afirman que liberamos continuamente, por los miles de millones de poros de la piel, e incluso por el aliento, productos químicos volátiles llamados Ferhormonas.

Actualmente existen evidencias intrigantes y controversiales de que los seres humanos se pueden comunicar con señales bioquímicas inconscientes. Aquellos que apoyan la teoría de la existencia de ferhormonas, se basan en las evidencias que demuestran la utilización de las ferhormonas por especies tan diversas como las mariposas, las hormigas, los lobos, los elefantes y los pequeños simios.

Las ferhormonas pueden enviar señales de interés sexual, situaciones de peligro, etc. Si realmente existen en la especie humana y su percepción ocurre de manera inconsciente, ¿estaríamos permanentemente emitiendo información sobre nuestras preferencias sexuales y deseos más ocultos sin saberlo?

Los defensores de la Teoría de las Ferhormonas van más lejos: dicen que el "amor a primera vista" es la mayor prueba de la existencia de estas sustancias controvertidas. Las ferhormonas - afirman categóricamente - producen reacciones químicas que resultan en sensaciones placenteras. A medida que nos vamos haciendo adictos, cuanto más prolongada es su ausencia, más nos sentimos "enamorados" - la ansiedad de la pasión, entonces, sería el síntoma más claro del Síndrome de Abstinencia de Ferhormonas.

Con o sin Ferhormonas, es un hecho que la sensación de "amor a primera vista" se encuentra significativamente relacionada con grandes cantidades de feniletilamina, dopamina y norepinefrina en el organismo. Y volviendo a la cuestión inicial: ¿hasta qué punto la pasión es simplemente una reacción química?

A pesar de todas las investigaciones y descubrimientos, existe en el aire la sensación de que la evolución, por algún motivo, modificó nuestros genes permitiendo que surgiese el amor no asociado con la procreación - se calcula que esto ocurrió hace aproximadamente 10.000 años. Los hombres pasaron realmente a amar a las mujeres, y algunas de ellas pasaron a mirar a los hombres como algo más que una máquina de protección.

No obstante, todos los tubos de ensayo de sofisticados laboratorios y las reacciones químicas y las moléculas citoplasmáticas, al final, debe haber algo más...o no?

No hay comentarios.: